"Este es un momento en la historia de la cocina en el que ya no basta con hablar de creatividad, sino que esa palabra debe ir acompañada por otra: investigación".Ferran Adria.
La Gastronomía Molecular es la aplicación de la ciencia a la práctica culinaria y más generalmente al fenómeno gastronómico. El término fue acuñado por el científico francés Hervé This y por el físico húngaro Nicholas Kurti.Es una nueva disciplina que ayudaría a lograr platos con mayor calidad y sabor. Además de ollas y cucharas tradicionales, se usan pipetas, tubos de ensayos, termómetros y sifones de nitrógeno. Ambos investigadores trabajaron sobre la preparación científica de algunos alimentos: "La física de la cocina".
Gastronomía molecular, tiene total relación con las propiedades físico-químicas de los alimentos y los procesos tecnológicos a los que son sometidos, como son batido, gelificación, aumento de la viscosidad, por mencionar algunos, y todo de ello va a depender de los ingredientes que se seleccionen y las mezclas que se hagan entre ellos. Los alimentos a su vez son ingredientes orgánicos, compuestos por proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas y que cuando son sometidos a procesamiento son capaces de manisfestar sus propiedades, ya sea como espumas, emulsiones, geles u otras estructuras que en la gastronomía se pueden manifestar infinitamente, dado que en ella se está constantemente creando.
Hoy existen varios lugares en el mundo donde se cocina en sintonía con esta disciplina, que impone el uso de un nuevo "instrumental tecnológico". Por ejemplo, Pino Maffeo, chef del restaurante L, de Boston, suele aparecer en los medios con un gran sifón en la mano. Lo usa para darle un toque de nitrógeno a sus platos, algo que, por ejemplo, puede convertir una sopa en algo con la dureza de una cáscara de huevo. En ese ejemplo se observa lo de "crear nuevas texturas".
Y algo para entender sobre sabores y calidad (atributos que según los chefs moleculares se ven beneficiado con esta disciplina) se puede percibir en la carne asada. Una vez que está fuera del horno, tiende a secarse y a perder su buen tono y sabor. Un cocinero molecular puede utilizar una jeringa para inyectarle la dosis exacta de agua para evitar ese "deterioro". Más aportes: Herve This demostró, observando a través de un microscopio electrónico, que es mejor colocar la sal después de poner la carne al fuego. No es cierto eso de que conviene antes porque así va impregnando de a poco. Un dato más: para hacer dulces o mermeladas de frutas, lo mejor es usar una ollita de cobre: cuando las frutas se cocinan liberan moléculas de pectina y el óxido de cobre que reviste el recipiente ayuda a que se reagrupen y que las jaleas resulten más sabrosas.
Podriamos preguntarnos infinidad de cosas y hallariamos respuesta detras de todo este boom de la cocina molecular; es por ello que es importante expandir sus beneficios y acariciar mas de cerca la explicacion de sus presentacion. Por ejemplo,
- Por qué debo agregar sal cuando elaboro pan?
- Por qué cuando mezclo yema, aceite, y un poco de sal, obtengo una textura untuosa, llamada mayonesa?
- Por qué algunos vinos tintos son poco astringentes, y otros lo son más?
- Por qué debo utilizar huevos para elaborar una mousse de chocolate?
Además de responder a éstas y otras múltiples dudas, la ciencia culinaria posee muchos otras utilidades.
Conocer los fenómenos químicos y físicos que suceden durante la elaboración de un plato permite al cocinero evolucionar en gran medida su cocina, para al fin obtener nuevos platos, nuevas texturas y consistencias, o utilizar mejor un alimento al conocer mejor sus propiedades, independientemente de libros de recetas o herramientas culinarias tradicionales.
Se puede pensar entonces en la cocina molecular (también llamada y quizá más apropiadamente “cocina de investigación”) como un aprovechamiento técnico, quizá como lo fue aprender a manipular las levaduras, abriéndose un horizonte de nuevas posibilidades para los cocineros audaces ; o algunos la consideran como una simple moda que se desvanecerá como las espumas a sifón que la promueven.
La abuela cocinaba tranquila. Preparaba las ricas y potentes recetas ancestrales que su madre le había legado. Hasta que un día, la Gastronomía Molecular golpeó a su puerta. Se metió en su cocina y empezó a hurgar y a analizar química y físicamente sus recetas.
Aplicaciones más curiosas
Los que se dedican a esto afortunadamente no tienen una competencia de querer ser los primeros, así que se comunican lo que van adquiriendo, por lo que no hay cosas que sean propias. Existe por ejemplo una encima que se llama transglutaminasa, que tiene una utilidad de pegamento para alimentos, de modo que si por ejemplo unes distintos trozos de pescado, metes dentro otros alimentos y aplicas la transglutaminasa al día siguiente da la sensación de que siempre ha estado todo junto. También se puede hacer con la carne, eso da mucho juego y el resultado es espectacular.
Se intenta hacer bombas de aroma, es decir, meter el aroma en algún tipo de compuesto que cuando se muerda explote en la boca y te dé una sensación que no tenías hasta ese momento. Otra cosa que ya ha sido popularizada son las bolas de alginato, es un caviar con zumo de manzana o melón. Para ello se deja el zumo con unos compuestos y se forma una esfera que por fuera es sólida y por dentro líquida y al morderse tiene un curioso efecto. También se están haciendo raviolis de fruta que se pueden calentar y no se deshacen. Muchas de las cosas no son tan espectaculares, pero resuelven problemas, como conseguir una gelatina que se mantiene a 80 grados, lo que permite hacer una sopa sólida pero caliente.
La intencion principal es descubrir la inmensidad de cosas novedosas que estan sucediendo justo ahora, en torno al ambito culinario. Esto, de cierta forma, nos permite reponder preguntas que soliamos hacernos cuando veiamos el comportamiento de ciertas preparaciones.
Sin lugar a dudas es inevitable el acercamiento a umbrales desconocidos : y la cocina no escapa a esta realidad. No seria tan absurdo visualizar una cena del futuro, donde cada uno de nuestros invitados se acercaria con su propio sifon de nitrogeno para sentarse en una mesa con cubiertos de ceramica ,dispuestos a experimentar la explosion continua de unicas texturas .
Gretchen Rodriguez